Maltrato Infantil
- Maltrato físico: es toda agresión que pone en riesgo la integridad física.
- Abuso sexual: cualquier actitud y actividad sexual con un niño o niña.
- Abuso psicológico: intimidación, insultar, rechazo o humillación hacia un niño o niña, así como todo maltrato verbal que perjudique el bienestar emocional y mental del niño o niña.
- Abandono o negligencia: se refiere a la relación de no garantía de los derechos de niños, niñas y adolescentes, esto al no garantizar las condiciones para su desarrollo físico, social y emocional.
- Los padres, madres o cuidadores presentan problemas psicológicos o emocionales.
- El hogar tiene un estilo educativo y de crianza autoritario.
- Los castigos son severos e inapropiados.
- Hay maltrato verbal.
- Hay violencia intrafamiliar.
- No hay garantía de los derechos de los niños o niñas.
- Los niños o niñas presentan desaseo o mala higiene en general.
- Los niños o niñas presentan actitudes de rabia, agresividad, ansiedad o depresión, así como una preocupación constante por complacer a las figuras autoritarias.
- Antecedentes de accidentes frecuentes o tratamientos relacionados con la salud que no fueron completados o que no se realizaron.
- actos de violencia (como victimas o perpetradores)
- depresión.
- consumo de tabaco.
- obesidad.
- Comportamientos sexuales de alto riesgo.
- embarazos no deseados.
- consumo indebido de alcohol y drogas.
La capacitación en materias de maltrato infantil y negligencia requiere ser desarrollada todavía más en el campo de las disciplinas apropiadas, especialmente la salud, la educación, el trabajo social y las profesiones jurídicas. Estos profesionales, que trabajan directamente con niños y familias en riesgo, también pueden trabajar para atraer recursos a fin de realizar los esfuerzos para una prevención más amplia, y pueden abogar también por políticas gubernamentales que protegen a los niños y apoyan a los padres.
Los gobiernos podrán tener el apoyo necesario a las localidades, a fin de asegurar que haya servicios efectivos, eficientes y seguros, a fin de responder frente a los niños abusados u objeto de negligencia, y para iniciar y sostener esfuerzos de prevención. Estos incluyen esfuerzos para mejorar la respuesta de los hospitales y clínicas frente a los niños abusados y objeto de negligencia, y esfuerzos por mejorar el sistema de justicia penal. La prevención del maltrato infantil y de la negligencia deberán incorporarse en las políticas, metas y presupuestos nacionales de salud, aunque se han desarrollado e intentado muchos acercamientos a la prevención del maltrato infantil y la negligencia, relativamente pocos de ellos han sido evaluados rigurosamente.Existe una gran necesidad tanto en los países desarrollados como en desarrollo, para asegurar que los esfuerzos de prevención sean evaluados a fondo en cuanto a su eficacia. A más largo plazo, la voluntad política y social por esfuerzos de prevención, puede verse limitada por instituir acercamientos no efectivos y se podrá demostrar sólo pequeños progresos en la prevención de nuevos casos de maltrato. (Dr. John Eckenrode, Centro de Desarrollo de la Vida Familiar, Universidad de Cornell, EE.UU.
prevención
La prevención del maltrato infantil requiere un enfoque multisectorial. Los programas eficaces son los que prestan apoyo a los padres y les aportan conocimientos y técnicas positivas para criar a sus hijos. Entre ellos se encuentran:
- las visitas domiciliarias de enfermeras para ofrecer apoyo, formación e información;
- la formación de los padres, generalmente en grupos, para mejorar sus aptitudes para criar a los hijos, mejorar sus conocimientos sobre el desarrollo infantil y fomentarlos a adoptar estrategias positivas en sus relaciones con los hijos, y
- las intervenciones con múltiples componentes, que generalmente incluyen el apoyo a los padres y su formación, la educación preescolar y la atención al niño.
Otros programas preventivos prometedores son:
- los necesarios para prevenir los traumatismos craneoencefálicos por maltrato (también conocido como síndrome del bebé sacudido, síndrome del niño sacudido o lesión cerebral infligida por traumatismo). Generalmente se trata de programas hospitalarios mediante los cuales se informa a los nuevos padres de los peligros de zarandear a los niños pequeños y de cómo afrontar el problema de los niños con llanto inconsolable.
- los destinados a prevenir los abusos sexuales en la infancia. Generalmente se realizan en las escuelas y les enseñan a los niños:
- la propiedad de su cuerpo;
- las diferencias entre los contactos normales y los tocamientos impúdicos;
- cómo reconocer las situaciones de abuso;
- cómo decir "no";
- cómo revelan los abusos a un adulto en el que confien.
Estos programas son eficaces para reforzar los factores de abuso al sexual en la infancia (por ejemplo, el conocimiento del abuso sexual y los comportamientos protectores), pero no hay pruebas de que reduzcan otros tipos de.
Cuanto antes se producen estas manifestaciones en la vida del niño mayores son los beneficios que le pueden aportar a él (por ejemplo, desarrollo cognitivo, competencias conductuales y sociales, logros educativos) ya la sociedad (por ejemplo, reducción de la delincuencia).
Además, el reconocimiento precoz de los casos y la asistencia continua a las víctimas y sus familias pueden ayudar a reducir la recurrencia del maltrato y paliar sus consecuencias.
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El comentario fue creado por: Lloyd Ariel Romo Olmeda